Un innovateur est un emmerdeur

El francés Thierry Gaudin, presidente de Prospectiva 2100 y experto en políticas de innovación definió al innovador como un pelmazo (Un innovateur est un emmerdeur), tal y como recogía en un reciente artículo el presidente de Eusko Ikaskuntza, Jose María Muñoa. Para realizar tal afirmación Gaudin se basa en que lo especial del innovador es que nos obliga a cuestionarnos las cosas, los principios y las certezas, a romper con inercias, a redefinir los objetivos y estos «pelmazos» nos llevan a disipar la idea de que las respuestas de ayer sirven para las preguntas del mañana.

Esta idea me llevó al 20 de julio de 1969 mientras  junto a mis hermanos comiamos nuestro diario bocadillo de chorizo de Pamplona después del colegio, molestos porque ese día no salía el capitán Tan, Locomotoro y los chiripitiflauticos, asistimos a la llegada  del primer hombre a la luna visto en blanco y negro. Hace pocos meses nos bombardearon con el cuarenta aniversario del evento y todo tipo de detalles de la hazaña.

Pero también recuerdo cuando muchos años después visité el Museo del Aire y el Espacio de Washington y tuve la oportunidad de ver los trajes, la capsula espacial en la que aterrizaron, la roca lunar y todo lo que envolvió entonces el programa espacial.  Sinceramente, no pude más que pensar que eran unos auténticos locos.

Algo evidente es que el ordenador central de la NASA que controló la misión, con todos sus elementos periféricos, no superaba en capacidad a lo que es un notebook moderno. El computador utilizada fue un IBM System 360 que rendía unos 4 MIPS o millones de instrucciones por segundo, y una capacidad de almacenamiento que no superaba los 100 GigaBytes. Para lograrla ocupaba un espacio de 300 metros cuadrados y para alcanzar esos 100 Gigas necesitaba más de 500 cintas de información. Los ordenadores portátiles actuales estan en el orden de los 5 MIPS con unos 160 GigaBytes de capacidad de disco duro.

Sin embargo lo que más me sorprendió del bombardeo mediático de la llegada del hombre a la luna fue que a juicio de Claudio Vergara lider de tecnología e innovación de IBM Chile, el mayor aporte fuera algo mucho menos visible: la metodología de manejo de proyectos. Conocía lo que supuso el kevlar, los nuevos combustibles, los procedimientos y check-books para los astronautas, etc. pero no me había parado a pensar que para el éxito de la misión hubo que realizar una sistematización de la forma de trabajo, que permitiera el control de los materiales, abastecimiento de las partes y la logística del dispositivo. El proyecto de poner un hombre en la luna era gigantesco, por lo que un buen orden y control de los roles, responsabilidades, tares y cumplimientos fueron claves para lograrlo. Estas nuevas metodologías representaron un gran avance en los métodos de fabricación y organización de las empresas y son validas hoy en día.

Haber realizado la travesía con esos medios fue una hazaña, pero de la inteligencia humana. Lo que hace apasionante el viaje a la luna es que demuestra lo que somos capaces de hacer cuando ponemos a trabajar nuestros cerebros coordinadamente. Puede ocurrir que haya muchas posibles soluciones para un mismo problema, la gestión de emergencias se ocupa de recordárnoslo cada día, no se trata de tener razón o tener LA solución sino de trabajar coordinadamente en la búsqueda de soluciones comunes. Y procurar que impere siempre el sentido común que es la base de la gestión de emergencias.

Un comentario en «Un innovateur est un emmerdeur»

  • el 24/11/2009 a las 9:16 PM
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    Gracias por recordar a los Chiripitiflauticos…… (esto es importante para los que tenemos cierta edad). Pero sobre todo agradecerte que recuperes a Claudio Vergara ya que es de los pocos tecnólogos que ven en la tecnología tan sólo una herramienta sofisticada, y da valor a la metodología de Organización y Gestión.

    Vergara se deja el paso previo, el diseño de la metodología válida para poder organizar y gestionar y luego comprobar y corregir. Supongo que se lo deja en el tintero porque forma parte del valor que él aporta a cada proyecto singular y complejo.

    Visión para entender las Tendencias (tecnológicas, sociales,….) y Diseño de Estrategias y Metodologías para adaptarnos juntos al futuro.

    Por cierto, gracias por los post, son pocos pero contienen buenas reflexiones. ( y a los chiripitiflauticos, que no es poco!)
    😀

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