Yo soy Elena, yo soy María

El martes celebramos una jornada en la Academia de Arkaute sobre la «Trata de mujeres con fines de explotación sexual». Organizada por la Dirección de Atención de Víctimas de la Violencia de Género del Departamento, estaba dirigida a miembros de la Ertzaintza, de la Policía Local Vasca y de las diferentes organizaciones, gubernamentales o no, que trabajan en este área.

Inauguró la jornada Mariola Serrano quién  nos explicó la política que desde su Dirección se ha liderado e impulsado para poder contar con un» Protocolo de Coordinación de Euskadi contra la Trata de Mujeres con fines de explotación sexual», entre los cuatro vértices de acción en este área: la Fiscalía, la Policía Nacional por sus competencias en extranjería, las Organizaciones del Área de lo Social y la Ertzaintza.

Pero quisimos dirigir esta jornada a la Policía Local, con motivo de la elaboración de una «Guía de Actuación para la Policía Local en la trata de Mujeres con fines de explotación sexual» y su innegable papel como primer agente contra este tipo de delitos sobre la base del conocimiento de la realidad de su municipio.

La Trata es una realidad invisible pero cercana que a menudo confundimos. No hablamos de prostitución, el oficio más viejo del mundo, sino de esclavitud. Así nos lo explico la Fiscal adscrita a Sala de extranjeria, Patricia Fernández Olalla, coordinadora a nivel estatal de los fiscales que se dedican a este área en las diferentes comunidades y experta conocedora de la Trata. Además de coautora del libro recientemente publicado: «la Trata de Seres Humanos» donde se aborda la lucha contra la trata de seres humanos a nivel internacional, comunitario y nacional al tiempo que se realiza una aproximación práctica a la lucha contra la trata de seres humanos en España.

Como nos explicó, la Trata es un viaje hacia la esclavitud que se inicia en un país, normalmente para pasar por otro o por otros y termina en otro país.

Según la definición del protocolo de Palermo, la trata de personas es «la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación. La explotación incluye como mínimo, la derivada de la prostitución y de otras formas de explotación sexual, trabajos o servicios forzados, esclavitud o prácticas similares, servidumbre y extracción de órganos»Es importante que distingamos los conceptos de trata de personas y tráfico ilícito de inmigrantes. Cada una de estas prácticas conlleva propósitos diferentes.

  • La finalidad de la trata es la explotación de la persona tras su traslado de un punto a otro.
  • La finalidad del tráfico es el traslado de personas ilegalmente a través de fronteras nacionales.

Por tanto, podemos encontrarnos con víctimas de trata que residen legalmente en España, víctimas de estados miembros de la Unión Europea e incluso víctimas que tengan la nacionalidad Española. La trata de personas no conoce fronteras ni se identifica con condiciones de pobreza, ocurre en todos los países del mundo y los perfiles no sirven para definir esta grave violación de derechos humanos.

Pero el Protocolo de Palermo parece ya superado y en España el Marco Legal que aborda el tema de la Trata se basa en 3 leyes:

  • Ley orgánica 4/2000, de 11 de enero (Ley de Extranjería) sobre  derechos y libertades de los extranjeros en España y su integración social. El artículo 59bis de la ley establece un periodo de restablecimiento y reflexión de mínimo 30 días que le permite a la víctima de trata comenzar su recuperación psicológica y decidir si quiere colaborar con las autoridades.
  • Ley Orgánica 19/1994, de 23 de septiembre, de protección a testigos y peritos en causas criminales.
  • Código Penal: artículo 177bis (aprobado por el Senado en junio de 2010 entrada en vigor en diciembre del 2010) que tipifica el delito de trata, asigna penas de 5 a 8 años de cárcel por coacción, transporte y explotación y se refiere explícitamente a la explotación de menores.

No estaremos suficientemente agradecidos a su claridad expositiva, a su dominio de la materia y sobretodo a la firmeza de planteamientos que nos transmitió. Nos hizo ver claro cual es la situación ante estos delitos y todo ello con una sencillez personal en una figura de su calibre de admirar.

Contamos también con la participación de Mabel Lozano, quién sin abandonar su glamour, nos invitó a ver su documental «Voces» y su nuevo corto sobre el tema «Escúchame», premiadísimo y ciertamente impactante. Un acierto, la sala calló tras su proyección, no es para menos.

Una artista trabajando sobre este mundo, todo un acto de responsabilidad y de implicación. Defiende las causas de las mujeres porque le da la gana y porque cree en ellas. No hay más que ver su colaboración con la Red Española contra la trata de personas.

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Como no podía ser de otra manera, vimos la realidad de la experiencia policial. Jose Nieto Barroso, Jefe de la UCRIF (Unidad contra redes de Inmigración y Falsedades Documentales de la Policía Nacional) nos explicó de una manera muy didáctica la investigación de este tipo de delitos y la identificación de víctimas. Todo el trabajo que se realiza desde extranjería para que desde la misma frontera se proceda a identificar a víctimas de trata y como se ha avanzado a nivel europeo con la colaboración con Europol para identificar a esas redes que funcionan de manera transeuropea. Y quién, por fin, consiguió que los asistentes se animaran a realizar preguntas, muestra clara del interés que levantó su intervención.

Juan Carlos Iglesias, subcomisario de la Ertzaintza subrayó la importancia de responder a la confianza que las víctimas de este tipo de delitos depositan en la policía cuando acuden a ella. Las dificultades y amenazas ante las que se enfrentan. Y por fin nos hablaron de las niñas.

La colaboración de Mabel Lozano con este mundo no es una pose, muchos artistas están comprometidos desde su popularidad para contribuir a acabar con esta lacra. La oscarizada Emma Thompsom en el 2009 impulsó una brillante exposición «Journey» que dió la vuelta al mundo, y estuvo en España para conmemorar el primer aniversario del Plan Integral contra la Trata que impulsó el entonces Ministerio de Igualdad español de Bibiana Aido. La exposición estaba compuesta de 7 vagones de tren, cada uno de ellos diseñado por un artista, que intentaban evocar las siete etapas que sufre una víctima de trata: Esperanza, Viaje, Uniforme, Dormitorio, Cliente, Estigma y Resurrección.

Un viaje hacia la esclavitud al que Emma Thompson añadió un cortometraje titulado «Yo soy Elena, Yo soy María». Las dos caras de una mujer tratada. Impresionante. Tomen asiento y traguen saliva.

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Fue una Jornada interesantísima con unos ponentes magníficos sobre un mundo sórdido. Hay que seguir trabajando en la formación en Derechos Humanos. Aunque nos cueste mover este tipo de jornadas en el ámbito policial. Si hiciéramos un kickipumpingpampam policial habría tortas, no me cabe ninguna duda. Pero la Policia del futuro, la que queremos es la de los Derechos Humanos. La que trabaja junto al ciudadano y custodia que no se infringan los Derechos Humanos en nuestro País. Un agente social por una sociedad más justa.

 

 

 

 

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